Rania y Asir, matrimonio atrapado en Turquía

Mandaron al mayor de sus hijos, de 16 años, a Europa porque no sabían que los barcos “se hundían con la gente dentro”.

 

El matrimonio de Aisar y Rania vive con el mayor de los arrepentimientos: haber puesto en peligro la vida de su hijo. “Entonces no sabíamos que los barcos se hundían con la gente dentro”, cuentan para justificar su decisión de enviar a su primogénito de 16 años a cruzar hasta Grecia. Por suerte, llegó sano a Grecia, y después a Alemania. Su padre, Aisar, viajó a Siria para buscar los papeles necesarios para la reunificación familiar, pero a su vuelta a Turquía fue detenido y puesto en libertad con una orden de expulsión del país. Con la frontera totalmente bloqueada, el matrimonio vive pendiente de que les llegue desde Alemania el permiso que les permita reunirse con su hijo.

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Rania tiene una hernia discal de la que ha sido operada varias veces, y que le impide trabajar. Ahora ambos esperan que Alemania les conceda la reunificación familiar para recomenzar sus vidas junto a su hijo.

 

 

*Puedes conocer el resto de Historias de Refugio detrás del Muro de Mentiras en este enlace.

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