Seis millones de personas de Ucrania acogidas en Europa desde que comenzó la invasión rusa hace dos años

Dos años después, la invasión rusa de Ucrania continúa causando un enorme sufrimiento humano, muertes y destrucción que sigue obligando a muchas personas a huir de sus hogares. Durante este tiempo, se han documentado asesinatos de periodistas, desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, torturas de prisioneros de guerra, el uso de la violencia sexual como arma de guerra, además de un «un profundo desprecio hacia la dignidad humana», según la ONU.  

 

Actualmente, se estima que hay 6,5 millones de personas refugiadas de Ucrania, de las cuales 6 millones se encuentran acogidas en países europeos, incluido Rusia y otros estados que no son miembros de la UE. La mayoría son mujeres como Julia, niños y niñas, especialmente expuestas a riesgos de caer en redes de trata de personas. Una magnitud de desplazamiento forzoso que sin duda ha supuesto un gran reto para los países limítrofes. Sin embargo, la rápida reacción de la Unión Europea ha permitido aliviar la presión sobre los sistemas de acogida, demostrando que con voluntad política se puede garantizar los derechos y el acceso a la protección en tiempo récord.  

La histórica activación de la Directiva de Protección Temporal ha permitido a 4,3 millones de personas procedentes de Ucrania encontrar refugio rápido en toda la Unión Europea, una medida que se ha prorrogado hace poco hasta marzo de 2025. El principal reto ahora es que esta respuesta sea la regla, y no una excepción, para lo cual sería necesario extender esta medida a personas que tienen que huir debido a emergencias como, entre otras, las de Siria, Afganistán, Malí, Sudán o el genocidio en Gaza, también necesitadas de protección internacional.  

Acogida en España

A lo largo de estos dos años, España ha acogido y otorgado protección temporal a más de 195.000 personas refugiadas de Ucrania, de las cuales un 83% correspondieron al primer año desde la invasión. Aunque desde 2014 nuestro país ya había acogido a más de 16.000 personas de este país, principalmente procedentes de la región del Dombás.  

Ucrania - invasión - acogida - protección - gráfica - CEAR

A partir del 24 de febrero de 2022, el Gobierno español ha ampliado la red de acogida a 21.000 plazas y puesto en marcha los innovadores Centros de Recepción, Atención y Derivación (CREADE) en Málaga, Alicante, Barcelona y Madrid, espacios en los que se ha demostrado que es posible registrar, documentar y proteger en tiempo récord a las personas refugiadas como Anastasiia.  

Entre otras medidas a consolidar, CEAR ha reclamado que se mantengan los CREADE como “ventanillas únicas de asilo” para agilizar el registro, documentación y acceso al procedimiento de protección internacional de todas las personas solicitantes de asilo, con independencia de su lugar de procedencia. 

También merece reconocimiento la movilización de la población española, quien una vez más mostró que la solidaridad representa el auténtico ‘efecto llamada’ cuando hay una emergencia como la de Ucrania. 

Aumento de solicitantes de asilo de Rusia

Esta emergencia no solo ha provocado desplazamiento forzoso desde el país invadido, al menos 1.694 personas procedentes de Rusia solicitaron protección internacional en España en 2023, casi tres veces más que el año anterior, lo que la convirtió en el noveno país de origen de quienes buscan refugio en nuestro país.

La mayoría alega motivos por reclutamiento forzoso y la situación de deterioro de los derechos humanos, sobre todo ciertos colectivos como las personas LGTBIQ+. Personas como Vilén, que denuncia que antes de que las autoridades rusas se metieran en Ucrania «ya se metían» en sus vidas

Casi medio millón de personas rusas se han visto forzadas a huir buscando protección en todo el mundo desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania, según ACNUR, sobre todo objetores de conciencia, activistas, personas LGBTIQ+ y disidentes políticos ante el aumento de la represión del régimen de Vladimir Putin. 

Retos pendientes

Entre los retos pendientes en las sociedades de acogida caben destacar aquellos relacionados con los procesos de inclusión como es el acceso a una vivienda digna y adecuada que afectan a todas las personas refugiadas independientemente de su origen.  

A nivel europeo, sigue siendo esencial garantizar protección y ayuda humanitaria a los 14,6 millones de personas que se encuentran en áreas gravemente afectadas por el conflicto sin acceso a servicios básicos (alimentos, agua, medicinas) y en especial a los 3,7 millones de personas internamente desplazadas de las que un millón son niños y niñas. Asimismo, las necesidades de protección también alcanzan a más de 4,6 millones de personas que han retornado a Ucrania para buscar y reunirse con familiares.  

Además, sería necesario activar mecanismos de solidaridad y responsabilidad compartida eficaces entre todos los Estados miembros para repartir esfuerzos en la respuesta ante esta y futuras emergencias humanitarias.  

Por último, CEAR pide a la Unión Europea que habilite vías legales y seguras para que las personas que tienen que huir de emergencias como la de Ucrania no tengan que arriesgar sus vidas en rutas peligrosas y mortales. “Se ha demostrado que con voluntad política es posible garantizar derechos y salvar vidas”, concluye. 

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