¿Qué impide que millones de personas puedan vivir en paz?

Conflictos interminables y a veces olvidados, vulneraciones de derechos humanos, el impacto del cambio climático y la degradación medioambiental, la crisis económica o la escasez de alimentos, amenazan la supervivencia y la dignidad de personas en todo el mundo. En la actualidad, más de 122 millones de personas viven lejos de sus hogares, según los últimos datos de ACNUR. Analizamos qué fuerza su huida en busca de protección.  

UCRANIA

 

La violencia y los crímenes de guerra que vive el país desde que comenzó la invasión rusa han provocado unas cifras de desplazamientos forzosos sin precedentes en Europa desde la II Guerra Mundial.

 

Hoy en día, cerca de siete millones de personas han huido de Ucrania en busca de refugio. La gran mayoría de ellas se encuentran acogidas en Europa, que reaccionó ante esta emergencia humanitaria de manera ejemplar con la activación de la Directiva de Protección Temporal. Además, más de cinco millones están desplazadas forzosamente dentro del país.

 

Durante este tiempo, Naciones Unidas ha documentado numerosos ataques a infraestructuras de energía y hospitales, desapariciones forzadas, ejecuciones sumarias, torturas a prisioneros de guerra, incluso el uso de la violencia sexual como arma de guerra, actos que podrían constituir crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad por parte de Rusia.  

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AFGANISTÁN

 

Sumido en una de las peores catástrofes humanitarias a escala global, con casi 15 millones de la población en situación extrema para su supervivencia.  Cuatro millones de afganos y afganas padecen desnutrición aguda, incluidos más de tres millones de niños y niñas menores de cinco años, según informó la ONU a mediados de 2023. Una crisis humanitaria agravada, en gran medida, por la pérdida de la mayor parte de la ayuda humanitaria extranjera desde agosto de 2021 y la gran sequía prolongada por impacto del cambio climático.

 

El país sufre también una terrible crisis de derechos humanos, que se deterioran rápidamente como consecuencia de las violaciones generalizadas sobre los derechos de la población cometidos por los talibanes, especialmente contra mujeres y niñas. 

 

Estas circunstancias hacen de Afganistán el segundo país del mundo con mayor número de personas refugiadas, a pesar de las grandes dificultades que afrontan para huir del país sin vías legales y seguras. Nueve de cada diez de las más de seis millones de personas afganas refugiadas están en Irán y Pakistán, y el resto, en su mayoría, en otros países vecinos de acogida.  

PALESTINA 

 

Desde hace casi un año, la violencia ha aumentado devastadoramente en Palestina. Gaza, conocida por ser una gran prisión al aire libre bajo bloqueo israelí, sufre los peores ataques indiscriminados por tierra, mar y aire que se recuerdan. Al menos 41.000 personas han sido asesinadas, en su mayoría población civil, sin acceso a refugios ni corredores humanitarios para huir. 

 

Las infraestructuras civiles, incluidas escuelas y hospitales, han sido gravemente dañadas. Los servicios esenciales han dejado de funcionar y el 90% de las personas han tenido que huir de sus hogares. La población, que ya dependía casi en un 80% de ayuda humanitaria, afronta una emergencia sin precedentes, amenazada por niveles de hambre catastróficos, falta de agua y el aumento de enfermedades. Mientras tanto, en Cisjordania, al menos 772 personas han muerto y más de 4.500 se han visto desplazadas forzosamente a consecuencia de la violencia ejercida por los colonos israelíes. 

 

Uno de los grandes retos de 2024 es que la comunidad internacional imponga medidas urgentes que protejan a la población palestina y garanticen, de una vez por todas, soluciones justas y duraderas que pongan fin a décadas de desplazamientos forzosos, impunidad y exilio a los 5,9 millones de refugiados y refugiadas de Palestina. 

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SIRIA

 

La crisis sociopolítica, la inseguridad y la pobreza que azota el país no cesa después de más de 13 años de conflicto. Tiempo en el que la comunidad internacional y los medios de comunicación han dejado de prestarle atención, y el apoyo económico de otros países es insuficiente para proporcionar la ayuda humanitaria necesaria para cubrir las necesidades. 

 

A lo largo de estos años, la población civil ha sufrido reclutamiento forzoso, bombardeos, asedios, torturas y ataques químicos, entre otras violaciones de derechos humanos que constituyen presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad. Las mujeres y las niñas siguen siendo las que más sufren de manera invisible en el conflicto, privadas de sus derechos y sin acceso a servicios esenciales para su salud. La violencia de género es generalizada y hay un incremento de matrimonios forzados infantiles.

 

Más de la mitad de la población siria se ha visto forzada a dejar sus hogares, refugiándose principalmente en países vecinos como Turquía, Líbano, Jordania, Irak y Egipto. Estos países, con limitadas capacidades para ofrecer protección, han sido escenario de deportaciones ilegales. En ocasiones, las personas refugiadas sirias han tenido que huir de nuevas violaciones de derechos, a través de largas y peligrosas rutas, como la canaria, en busca de protección. 

SENEGAL 

 

La ola de protestas y violencia en la que ha estado envuelto el país comenzó en 2021, y aumentó a medida que se avanzaba hacia las elecciones presidenciales de 2024. Una situación a la que el anterior Gobierno senegalés respondió con detenciones arbitrarias, especialmente a líderes y simpatizantes de la oposición, violencia excesiva de las fuerzas de seguridad, abusos contra estudiantes y ataques a la libertad de expresión.  

 

A esta inestabilidad sociopolítica se le suma el grave impacto en el empleo, la economía y la seguridad alimentaria de la región tras los acuerdos pesqueros internacionales que ponen en peligro la subsistencia y forma de vida de parte de la población.  

 

Ante esta situación, ha aumentado exponencialmente la voluntad de migrar, especialmente entre la juventud. Pero por la falta de vías legales y seguras, acaban arriesgando sus vidas en el desierto o en la ruta atlántica, una de las más mortales del mundo, en busca de un futuro y una vida digna. En 2023, Senegal entró a formar parte de la lista de las diez principales nacionalidades de personas solicitantes de asilo en España 

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 SUDÁN

 

La población civil sufre graves violaciones de derechos, incluyendo asesinatos en masa y violencia sexual desde hace décadas. Hasta el año 2023, Sudán tenía cerca de 16 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria y acogía a una de las mayores poblaciones de personas refugiadas (1,1 millones) y desplazadas internamente (3,7 millones) de África. La mayoría de las personas refugiadas en Sudán procedían de Sudán del Sur, pero otras huían de la violencia y la persecución en Eritrea, Etiopía, República Centroafricana y Chad. También muchas personas que huían de las guerras en Siria y Yemen buscaron seguridad sin encontrarla en Sudán.  

 

Desde la guerra de 2023 se ha desencadenado la mayor crisis humanitaria y de desplazamiento forzoso del mundo. El coste humano ha sido devastador, miles de personas asesinadas y 8,7 millones desplazadas forzosamente. De ellas, 1,8, más allá de las fronteras del país.  

 

Las necesidades han aumentado significativamente y la población afronta hambruna severa, pero la inseguridad impide actuar a las organizaciones humanitarias. A pesar de la magnitud de la crisis y la amenaza que supone para la estabilidad regional, esta ha sido una de las más olvidadas este año. 

COLOMBIA

 

Colombia tiene 6,9 millones de personas desplazadas internamente por factores como el conflicto armado aún latente en algunas regiones del país y casi tres millones de personas refugiadas. Además, la situación de crisis humanitaria e inestabilidad política en la que se encuentra Venezuela ha provocado la huida de 2,8 millones de personas migrantes y refugiadas en este país vecino. 

 

A estos desafíos se suman otros como el cambio climático y la degradación medioambiental, que afectan especialmente a comunidades indígenas. En el marco del conflicto armado colombiano, el medioambiente ha sido una víctima más por el impacto negativo de la deforestación para la siembra de cultivos de uso ilícito, la contaminación producida por los residuos de la minería ilegal, la colocación de minas antipersona o la construcción de megaproyectos por multinacionales.  

 

Estos factores han influido en las dinámicas del conflicto, provocando con frecuencia desplazamientos de comunidades, líderes y lideresas sociales y personas defensoras de los derechos de la tierra y el medioambiente. También es frecuente que las personas afectadas por el desplazamiento forzado encuentren refugio en asentamientos informales, donde los riesgos del impacto de la crisis climática están muy presentes, afrontando nuevos peligros y desplazamientos adicionales. 

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MALÍ

 

Malí afronta desde hace más de una década una amenaza yihadista en el norte, en un conflicto en el que se entremezclan además violencias intracomunitarias. A lo largo del tiempo, la violencia no solo no cesa, sino que se propaga también hacia el sur y, en particular, en la zona fronteriza con Burkina Faso y Níger.  

 

En agosto de 2020, un golpe de estado militar en contra del entonces presidente Keita, puso fin a ocho años de estabilidad política, causando un efecto dominó a lo largo de la región. A esta situación de seguridad tan volátil se añaden factores de vulnerabilidad estructurales, desafíos socioeconómicos y los efectos de la crisis climática. 

 

Cerca de 390.000 personas han tenido que dejar sus hogares atrás y han buscado refugio dentro de las fronteras de su propio país. Se estima que 7,1 millones de personas, un 32% de la población total, necesitan asistencia humanitaria, y 1,4 millones se encuentran en situación de inseguridad alimentaria aguda. 

Descubre más sobre la situación de las personas refugiadas en España y Europa en nuestro Informe CEAR XXII, donde analizamos, entre otras, la situación de los principales países de origen de las personas forzadas a huir de sus hogares  y los principales obstáculos que tienen que sortear en su trayecto migratorio. 

 

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