Cinco claves sobre el conflicto interminable de Siria

Se conmemoran 13 años desde el inicio oficial del conflicto en Siria, que ha dado lugar a algunas de las consecuencias humanitarias más devastadoras del siglo XXI, entre ellas, uno de los mayores desplazamientos forzosos de población a nivel mundial. 

 

Lo que comenzó con un levantamiento pacífico contra el Gobierno se ha convertido en un brutal y sangriento conflicto que se ha cobrado la vida de cientos de miles de personas y ha provocado millones de desplazamientos forzosos. Con el paso del tiempo, la comunidad internacional ha dejado de prestar atención a esta región, que pasa a la larga lista de conflictos olvidados como los de R.D.Congo, Yemen o Myanmar, entre otros, sin que haya perspectivas de paz en el horizonte. 

90% bajo el umbral de la pobreza 

Más de una década de conflicto, sumada al terrible impacto del terremoto que sacudió la región fronteriza entre Siria y Turquía en febrero de 2023, han causado una de las peores catástrofes humanitarias del mundo, dejando a cerca del 90% de la población siria bajo el umbral de la pobreza.  

Las necesidades humanitarias han aumentado drásticamente con el paso del tiempo. Según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en 2024 el país alcanzó el récord de 16,7 millones de personas que requerían atención humanitaria, aproximadamente la mitad son mujeres y niñas. Al menos 4,1 millones de personas dependen completamente del apoyo internacional y 3,7 millones padecen inseguridad alimentaria. Pese a la gravedad de la situación, la entrega de ayuda se ha ido reduciendo por falta de fondos. 

Más de 6,8 millones de desplazadas forzosas internas

Las devastadoras consecuencias del terremoto aumentaron aún más los desplazamientos forzosos dentro del país de las personas que tratan de ponerse a salvo de años de reclutamientos forzosos, bombardeos, asedios, torturas, ataques químicos y otras violaciones de los derechos humanos, que constituyen presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad. 

Más de la mitad de la población (6,8 millones de personas), se han visto forzadas a dejar sus hogares y viven desplazadas dentro de las fronteras sirias. 

Niños y niñas cada vez más amenazados 

aniversario - siria - niños - niñas - gráfica - CEAR

Es especialmente preocupante la precarización de la situación de estas personas desplazadas, con pocas expectativas de volver a su hogar en un futuro próximo. Casi la mitad de ellas son niñas y niños que nunca han conocido su país en paz, y el seísmo complicó aún más su situación: uno de cada tres niños y niñas desplazados por los terremotos siguen sin hogar. 

La dramática situación de empobrecimiento que atraviesan algunas familias obliga a los más pequeños a dejar la escuela para trabajar y contribuir de alguna manera a la economía familiar. Los matrimonios forzados infantiles van en aumento, y la violencia de género se expande en este contexto de hambruna e inseguridad.  

Una de las nacionalidades con más personas refugiadas del mundo 

Las personas sirias, junto con las afganas y ucranianas, suman casi la mitad de las personas refugiadas del mundo. Cerca de 6,5 millones de personas sirias han buscado refugio en otros países, la mayoría en Estados vecinos como Líbano, Jordania, Iraq, Egipto y Turquía. Sin embargo, estos países tienen capacidades limitadas para dar protección y garantizar el acceso a soluciones duraderas como el reasentamiento y la inclusión. Aunque las condiciones siguen siendo inseguras, Turquía y el Líbano deportaron ilegalmente a miles de personas sirias de regreso a Siria, denuncia Human Rights Watch. Además, el seísmo empeoró aún más la situación de miles de personas que habían huido y se habían quedado atrapadas en Turquía tras el acuerdo firmado en 2016 con la Unión Europea para impedir la entrada de personas sirias en Europa.  

La terrible frustración, la precariedad y la falta de oportunidades para lograr una vida en paz lleva a muchas personas a tomar decisiones desesperadas, como jugarse la vida en el mar, ponerse en manos de traficantes de personas, correr el riesgo de sufrir trata o incluso regresar a Siria, pese a la situación de conflicto y represión permanente que viven en gran parte del país. 

Nunca es tarde para garantizar protección 

Pese a la crudeza de la guerra y la situación de vulnerabilidad de millones de personas, la protección concedida por la Unión Europea no ha sido suficiente.  

La UE ha demostrado que con voluntad política se pueden garantizar derechos y no dejar a nadie atrás. Desde que activó la Directiva de Protección Temporal frente a la invasión rusa de Ucrania, una medida excepcional que permitió dar protección de manera ágil y eficaz a las personas huidas de Ucrania, CEAR ha exigido su ampliación a las personas que huyen de este conflicto y otras emergencias similares.  

Además, tras años de obstáculos, debería aplicar también el principio de no devolución cuando existe un grave riesgo para la vida e integridad física, como en este caso. También está en su mano adoptar mayores compromisos en materia de reasentamiento para facilitar la aplicación del principio de responsabilidad compartida, ya que los países limítrofes a Siria acogen a la mayoría de las personas refugiadas del país, especialmente Turquía, Líbano y Jordania, donde hay millones de personas refugiadas por esta guerra que no están viendo garantizado su derecho a vivir dignamente.  

En lo que respecta a las medidas que puede adoptar España está la posibilidad de incrementar su cuota de reasentamiento para ofrecer esta vía legal y segura a las personas desplazadas, primero por la guerra y luego en situación de total desprotección por el terremoto. Asimismo, puede eliminar la exigencia del visado de tránsito a las personas originarias de países en conflictos como Siria, imprescindible para acceder a puestos fronterizos en aeropuertos españoles y formalizar la solicitud de asilo de forma legal y segura. También debe facilitar que puedan solicitar asilo en embajadas y consulados españoles e impulsar y garantizar el acceso de las personas refugiadas al mercado laboral, a la atención médica pública y a la educación, como medidas para luchar contra la pobreza y favorecer su inclusión social.  

Por último, la comunidad internacional debe poner todo su empeño en buscar soluciones pacíficas que pongan fin a este conflicto interminable para que el próximo año la población siria pueda, por fin, vivir en paz y libertad. 

La comunidad internacional debe poner todo su empeño en buscar soluciones pacíficas que pongan fin a este conflicto interminable para que el próximo año la población siria pueda, por fin, vivir en paz y libertad. Clic para tuitear
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