Traducción e interpretación: vínculo entre dos culturas

Llegar a un país nuevo es un camino lleno de barreras. Una de las más difíciles de sortear es la del idioma: sin posibilidad de comunicarse, las personas refugiadas y migrantes no pueden explicar de qué amenazas o persecuciones huyen, tramitar sus solicitudes de asilo o cubrir necesidades básicas de salud, entre muchas otras. Las personas intérpretes y traductoras les ayudan a derribar este obstáculo y se convierten en un vínculo entre culturas. 

 

Ndiouga Fall llegó a España desde Senegal en septiembre de 2023, sin saber una palabra de español. No entendía nada y no se podía comunicar. Pero entonces apareció Mansour, y convirtió sus palabras en otras que le permitían darse a entender y contar su historia. “En ese momento me puse muy contento, al saber que había una persona que entendía mi propio idioma y me podía ayudar a comunicarme con la gente con la que estoy hablando”, agradece. 

Su intérprete, Mansour también llegó a España desde Senegal, hace ya más de ocho años. Domina el español a la perfección y le encanta su trabajo, porque siente que es de inmensa utilidad. “La verdad es que es una responsabilidad muy grande, sabiendo que tú estás interpretando lo que una persona no puede decir por sí misma a una persona que tampoco le entiende”. 

Este traductor e intérprete es una de las 100 personas que colaboran con el servicio de traducciones de CEAR para garantizar la comunicación, 20 de ellas, en idiomas subsaharianos. Una profesión que va mucho más allá de hablar un idioma y que está marcada por las diferencias culturales, una gran carga emocional, la dificultad de interpretar discursos o de nombrar y definir términos tan abstractos y subjetivos como las emociones. 

Aumento de llegadas a Canarias 

Como miles de personas en el último año, Ndiouga Fall llegó a Canarias en una embarcación precaria, huyendo de violencias y amenazas de la única manera que le permitió la falta de vías legales y seguras para pedir asilo.   

Desde septiembre de 2023, cuando él llegó, se han incrementado notablemente las llegadas a las islas desde el continente africano. Desde el uno de enero de 2023, el Servicio de Traducción e Interpretación de CEAR ha atendido a unas 7.500 personas y se han realizado aproximadamente unas 34.500 interpretaciones. Supone cerca del 80% de las atenciones del área en ese período.  

En total, en estos meses, el Servicio ha atendido a más de 60 nacionalidades. El 40% en los programas de la Fase de Valoración Inicial y Derivación y acogida, y un 90% en Emergencia Canarias eran de nacionalidad subsahariana, principalmente de de Malí, Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea Conakry, Costa de Marfil, Ghana, Guinea-Bissau, Togo y Camerún. 

¿Qué dificultades hay detrás de las traducciones e interpretaciones?  

En España, tradicionalmente sólo existían estudios de traducción e interpretación en idiomas europeos. Poco a poco se han ido incluyendo en los planes de algunas universidades idiomas como ruso, árabe y chino. Pero no existe formación superior reglada en combinaciones como wolof, bambara, mandinga, fula, etc. 

Los materiales en técnicas de interpretación, bases terminológicas o diccionarios también son casi inexistentes en estos idiomas, con lo que resulta muy difícil establecer equivalencias terminológicas uniformes. Las personas que trabajan como traductoras o intérpretes en el ámbito del asilo, deben dominar los idiomas de trabajo tanto a nivel coloquial, como en registros más cultos y especializados, dado que es necesario traducir e interpretar temas jurídicos, administrativos o médicos. 

Una gran responsabilidad

Resulta muy complicado traducir palabras cuyo significado no existen en el idioma de destino, o tiene un significado diferente. Por ejemplo, el “certificado de empadronamiento” en wolof no se corresponde exactamente a ningún documento con las mismas características que tiene aquí. O es difícil traducir “centro de especialidades” o “médico de cabecera” porque en Senegal, si estás enfermo, vas al hospital y te trata el médico general, sin la distinción de médico de cabecera.  

Mansour hace frente a este reto cada día. “No hay un diccionario en wolof al que tú te puedas referir. Hay palabras como ‘alergias’ que no existen el wolof, o ‘estrés’. Y nosotros lo que tenemos que hacer es buscar unas palabras parecidas”. Con extremo cuidado, ya que una de las mayores dificultades de la profesión es la enorme responsabilidad por las consecuencias para la vida de la persona que puede tener una traducción errónea en contextos médicos, judiciales, policiales o de asilo.. Y describe cómo su figura se convierte en un puente entre dos mundos, en muchas ocasiones, con visiones culturales y realidades muy diferentes, a la vez que tienen que mantenerse fieles a la hora de transmitir el mensaje sin intervenir. 

Interpretación de calidad  

Garantizar los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad no debe reducirse a proporcionar una persona intérprete para que se puedan comunicar. Deberían estar seguras de contar con un intérprete profesional, con condiciones laborales adecuadas, que garantice una interpretación de calidad. 

En España seguimos trabajando para avanzar hacia una sociedad en igualdad de derechos, sin la exclusión social de las personas que llegan sin saber el idioma, y que tienen mucho que aportar. Desde CEAR, mantenemos nuestro compromiso de ofrecerles un Servicio de Traducción e Interpretación de calidad para que puedan cuidarse, recuperar su salud mental y restaurar sus vidas 

“Con el español, es verdad que estoy mejorando poco a poco con la ayuda de los profesionales de cada día. Estoy seguro de que, dentro de poco, voy a hablar español y no voy a necesitar a ningún intérprete”, explica aún en wolof Ndiouga Fall. Le escuchamos a través de la voz de Mansour, sentado junto a él. “Creo que soy eso, el vínculo entre dos culturas. Estoy muy contento con el trabajo que estoy haciendo, sabiendo que puedo ayudar a la gente que viene de fuera”, concluye el intérprete. 

En ese momento me puse muy contento, al saber que había una persona que entendía mi propio idioma y me podía ayudar a comunicarme con la gente con la que estoy hablando. Compartir en X

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