Sigue sin haber justicia y reparación para las víctimas de Tarajal. Nueve años después sigue vigente la necesidad de una investigación exhaustiva que esclarezca la muerte de al menos 14 personas (una más, desaparecida) y la devolución ilegal de 23. 

El 6 de febrero de 2014 varias personas se lanzaron al mar para sortear el espigón que separa Marruecos de Ceuta y tratar de llegar a nado a la playa de El Tarajal. Mientras se encontraban en el agua, agentes de la Guardia Civil intentaron evitar que alcanzaran tierra firme mediante el uso excesivo de la fuerza y de material antidisturbios. Emplearon pelotas de goma, salvas detonadoras, y botes de humo, como reconocieron posteriormente las autoridades españolas que testificaron sobre el caso Tarajal. Otras 23 personas fueron devueltas a Marruecos sin acceso a ningún procedimiento formal con garantías. 

Tristemente, el caso ha sido archivado en repetidas ocasiones y se han desestimado las apelaciones, a pesar de que organizaciones de la sociedad civil, entre ellas CEAR, han reiterado que la actuación de los efectivos de seguridad “no fue ni proporcional, ni oportuna, ni congruente”. Y que esta tragedia podría haberse evitado si las políticas migratorias estuvieran centradas en garantizar los derechos y en salvar vidas. 

X Marcha por la Dignidad

Esta denuncia también se siente entre la ciudadanía. En marzo de 2014 se celebró la primera Marcha por la Dignidad en Ceuta. Una movilización centrada en el recuerdo de las personas que fallecieron ese día y en reclamar verdad, justicia y reparación para las víctimas.  

Las marchas son también un acto de denuncia contra las devoluciones ilegales y la violencia desproporcionada en las fronteras. Unas prácticas que incumplen la normativa internacional, europea y española, y vulneran el principio de no devolución, poniendo en riesgo la vida e integridad de las personas forzadas a huir, como ha quedado patente en tragedias posteriores como la ocurrida en Melilla el 24 de junio de 2022.  

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