El Pacto Europeo de Migración y Asilo será «devastador» para los derechos humanos

El acuerdo reduce las garantías del derecho de asilo y refuerza las políticas de externalización de fronteras y de retorno. Además, el nuevo Pacto apuesta por un mecanismo de solidaridad “a la carta” o “flexible”, no establece un reparto más equitativo de las responsabilidades de asilo, extiende la aplicación de procedimientos acelerados y las detenciones sistemáticas en las fronteras. 

 

CEAR alerta de las devastadoras consecuencias del nuevo Pacto Europeo de Migración y Asilo, que refuerza las políticas de externalización de fronteras y los retornos a terceros países, donde la vida de miles de personas podría correr peligro. «Un acuerdo devastador”, según la entidad, que permitirá imponer más obstáculos para acceder al derecho de asilo y más facilidades para que se vulneren los derechos humanos en las fronteras. 

La organización, que ha hecho un análisis exhaustivo de los reglamentos consensuados, considera que “la UE ha fracasado estrepitosamente” en su objetivo de lograr una mayor armonización normativa y establecer un reparto más equitativo de las responsabilidades de asilo. “El objetivo prioritario es impedir que las personas lleguen y, si llegan, expulsarlas lo más rápido posible”, apunta. 

Sin protección adecuada

Entre otras cuestiones, se introducen mínimos cambios en los criterios para determinar la responsabilidad de los Estados miembro en el examen de las solicitudes de asilo, lo que unido a la reducción de los plazos del procedimiento aumenta la presión sobre los Estados fronterizos como España, sobre quienes además recaen nuevas responsabilidades derivadas de los nuevos procedimientos de controles previos de entrada, así como de asilo y retorno en frontera. 

El nuevo Pacto apuesta por un mecanismo de solidaridad “a la carta” o “flexible”, con el cual los países europeos pueden financiar proyectos en terceros países destinados al control migratorio, en lugar de garantizar un sistema de reubicación obligatoria que ponga en el centro la protección de las personas. “Pagar para no acoger es inaceptable, especialmente cuando se financia a países como Marruecos, Argelia, Libia, Túnez o Egipto, donde no se respetan los derechos humanos, ni se garantiza una adecuada protección”, denuncia Mauricio Valiente, director de Políticas y Campañas de CEAR.

Fronteras europeas como espacios de no derechos  

CEAR también muestra su enorme preocupación por la ficción jurídica de “no entrada”, con la cual se pretende considerar que una persona “no ha llegado” a la UE hasta que lo autorice el Estado miembro independientemente de su presencia física en territorio europeo, lo que vulneraría el Convenio Europeo de Derechos Humanos y otros tratados internacionales. Asimismo, alerta de que el nuevo procedimiento de control previo a la entrada (‘screening’) retrasa el acceso al procedimiento de protección internacional y a todas sus garantías.  

Este nuevo sistema puede convertir a las fronteras europeas en espacios de no derechos, en los que se normalicen condiciones de acogida deficientes y un uso excesivo de la detención, pese a que “la privación de libertad debería ser siempre la última alternativa”, recuerda. Además, se generalizarían los procedimientos de asilo acelerados, basándose en la presunción de que la mayoría de las personas que llegan a la UE no tienen necesidades de protección, lo que impide un estudio individualizado de las solicitudes, como exige el Convenio Europeo de Derechos Humanos. 

Para aplicar el procedimiento fronterizo, se podrá tener en cuenta la tasa de reconocimiento en función de la nacionalidad y la aplicación discrecional del concepto de “tercer país seguro”. Este procedimiento podría acarrear la emisión automática de una decisión de retorno sin entrar a valorar las amenazas individuales que afronta la persona en el país de origen o de tránsito. Esto, junto con la ampliación de las obligaciones para las personas solicitantes, y la merma del derecho a la asistencia jurídica y a ser escuchado, suponen una amenaza real de vulneración del principio de no devolución. 

Respuesta frente a crisis y situaciones de presión migratoria

Por último, CEAR alerta de que la invocación discrecional de “situación de crisis, fuerza mayor o instrumentalización” posibilita la suspensión de las garantías del derecho de asilo y podría derivar en un estado de excepción a las normas de asilo cuasi permanente y en un régimen subestándar de derechos. 

“El Pacto sobre Migración y Asilo cristaliza décadas de pulso para abordar la migración desde un enfoque cortoplacista y basado en el control de fronteras. Las nuevas normas plantean riesgos significativos en términos de protección y de derechos humanos, y no abordan las deficiencias que justificaron, ocho años atrás, la necesidad de una reforma del Sistema Europeo Común de Asilo”, sentencia Valiente. 

Lee el análisis completo sobre las consecuencias del nuevo Pacto Europeo en el enlace.

 

 

El objetivo prioritario es impedir que las personas lleguen y, si llegan, expulsarlas lo más rápido posible Clic para tuitear
Ayúdanos.

Con una aportación de 10€ nos ayudas a proporcionar el material escolar para niños y niñas refugiadas