
Un niño espera en el puerto tras ser rescatado en la ruta Atlántica. © Carlos de Saá
CEAR alerta sobre la situación de desprotección de niños y niñas que buscan refugio
Las emergencias humanitarias y los conflictos golpean con más fuerza a las personas en situación de mayor vulnerabilidad, entre ellas muchos niños y niñas. Por este motivo, CEAR llama la atención sobre los peligros a los que se enfrentan los niños, niñas y adolescentes que se ven obligados a migrar a través de vías cada vez más peligrosas y mortales, y pide garantizar su protección y derechos.
El 40 % de las más de 117 millones de personas desplazadas forzosamente en el mundo son niños y niñas, según el último informe de ACNUR. Las circunstancias en las que cerca de 47 millones de menores se ven obligados a abandonar sus lugares de origen, en compañía de referentes familiares o sin ella, son diversas. En todo caso, cada niño o niña es una vida y, por lo tanto, una historia diferente.
La defensa de los derechos de la infancia y su protección es una prioridad máxima, por lo que es necesario analizar las situaciones que enfrentan los niños, niñas y adolescentes desplazados de cara a asegurar su protección independientemente de su procedencia.
La reivindicación de los derechos de los niños y niñas
El 20 de noviembre se conmemora la fecha de aprobación de la Convención de los Derechos del Niño de 1989, ratificada por España en 1990, desde su entrada en vigor. Este tratado internacional reconoce de manera explícita y específica los derechos humanos de niñas y niños, entendidos como personas menores de 18 años.
Los niños, niñas y adolescentes se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, ya que sufren múltiples violencias incluso tras haber alcanzado un supuesto lugar seguro como puede ser España. Por este motivo, todos los Estados firmantes tienen la obligación de garantizar el cumplimiento íntegro de la Convención en aras al interés superior del menor, para lo que es necesario seguir avanzando en la consideración de la infancia y adolescencia desplazada como sujetos de derechos.
Es urgente implementar vías seguras para que la infancia migrante pueda acceder a su protección en un Estado de derecho como es España. Asimismo, es obligado garantizar su acceso al derecho de asilo y agilizar positivamente la resolución de sus solicitudes de protección internacional.
En lo que llevamos de 2024 se han registrado más de 25.827 solicitudes de protección internacional de niños y niñas en España, un 18% del total.
Llegadas a Canarias
La ruta atlántica a Canarias, que se ha consolidado como una de las más peligrosas y mortíferas de Europa con más de 1.200 muertes registradas tan sólo en lo que va de 2024, es la puerta de entrada para muchos niños y niñas. El 13% de las personas migrantes llegadas a costas canarias son niños, niñas y adolescentes, según ACNUR.
En el caso de las niñas, las razones por las que se ven obligadas a huir son diversas, pero en un reciente estudio de ACNUR, el 35% señalaba que se debía principalmente a cuestiones de género: matrimonios forzosos, mutilación genital y abuso sexual, entre otras. Cabe recordar que la persecución por motivos de género está recogida en la ley de asilo española, así como en numerosos instrumentos internacionales.
El caso de los niños es igualmente preocupante, puesto que contrariamente al discurso que acostumbramos a escuchar, el 54% de los que habían tenido que salir de sus países lo habían hecho, asimismo, por violencia, persecuciones o amenazas graves contra su vida.
Actualmente hay más de 5.000 niños y niñas migrantes en el archipiélago, lo que sobrepasa con creces la capacidad de atención de las organizaciones e instituciones especializadas en menores. Por este motivo, CEAR y otras entidades que defienden los derechos humanos han pedido medidas urgentes que pongan en el centro la protección de la infancia, entre otras la modificación del actual artículo 35 de la ley de extranjería. Es urgente que haya una redistribución justa y solidaria de estos menores para que se puedan garantizar plenamente sus derechos, ante una situación de emergencia que no puede afrontar sola una Comunidad Autónoma.
La realidad de niños y niñas de Palestina
Palestina está sufriendo un genocidio que no distingue entre rangos de edad. Más de 26.000 niños y niñas habían sido asesinados o heridos tan solo durante los primeros seis meses del asedio.
Las cifras que conocemos son desgarradoras: al menos 16.700 niños y niñas han muerto bajo los ataques del ejército israelí en el último año, el 44 % del total de las personas asesinadas.
Además, el cierre del paso fronterizo de Rafah el pasado mes de mayo, ha provocado que la cifra de niños y niñas evacuadas médicamente haya descendido drásticamente a 22 al mes, en comparación a los 296 menores que eran trasladados con anterioridad al cierre, según denuncia UNICEF. La situación es crítica: las posibilidades de supervivencia de los niños y niñas en Palestina merman cada día, en un genocidio que no parece tener un final cercano. Ojalá algún día puedan soñar con tener un futuro en paz.