‘Huerto Hotel Alamillo’, un espacio ecológico para la inclusión

El proyecto de ‘Huerto Hotel Alamillo’ nace como una iniciativa para fomentar el aprendizaje práctico, la cohesión social y la inclusión de las personas acogidas en la Fase de Valoración Inicial y Derivación por CEAR que se alojan en el hotel con el que comparte nombre. 

Este huerto representa un espacio donde poder experimentar de primera mano el ciclo de crecimiento de las plantas, la importancia de la biodiversidad y los beneficios de cultivar nuestros propios alimentos de forma responsable y sostenible. Con esta propuesta desarrollada en en Sevilla, en la localidad de Camas, CEAR busca dinamizar el huerto mediante una serie de actividades o talleres que permiten a las personas acogidas aprender sobre horticultura ecológica, colaborar con el mantenimiento del espacio y disfrutar de los frutos de su trabajo a través de cosechas periódicas. 

Desde la siembra y el cuidado de los cultivos, hasta la recolección y el consumo de los productos, cada paso en este proyecto ha sido diseñado para fomentar el trabajo en equipo, el respeto al medioambiente y la autosuficiencia. Este huerto es más que un espacio cultivo; es un recurso educativo y una plataforma de integración comunitaria que seguirá creciendo y beneficiando tanto al centro, como a quienes viven en él. 

¿En qué consiste la iniciativa? 

El proyecto se centra en la creación, cuidado y mantenimiento de un huerto ecológico por parte de las personas a las que CEAR acompaña en la fase de valoración inicial y derivación, cofinanciada por el Fondo de Asilo para las Migraciones. No solo busca producir alimentos, sino también fomentar la cohesión social, la educación ambiental y el desarrollo de las habilidades prácticas y sociales. 

A través de la siembra, el cuidado de plantas y la recolección de productos, proporciona una experiencia de aprendizaje en contacto con la naturaleza. Su objetivo es aprender haciendo, promoviendo que cada persona se involucre en las diferentes etapas del cultivo. Además, promueve el desarrollo de actividades para abordar temas como la biodiversidad. 

Para maximizar su provecho, cuenta con la participación de un grupo reducido de personas solicitantes de asilo de diferentes edades y nacionalidades, así como con la colaboración de una trabajadora de CEAR y una voluntaria, encargadas de que su ciclo de conocimientos esté orientado y alineado con el círculo educativo. Además, las niñas y niños tienen una participación muy importante en el cuidado del huerto que les procura, además de diversión, familiarizarse con una actividad enriquecedora. 

Organización y reparto de tareas 

Las responsabilidades se organizan en pequeños grupos para fomentar el trabajo en equipo y que todas las personas participantes puedan aprender de cada tarea. Bajo una supervisión basada en el compañerismo, cada planta es sembrada en la época adecuada y regada en turnos específicos, de manera que se consiga un control adecuado de la humedad y el mejor mantenimiento del huerto posible, mediante la eliminación de plantas secas y una limpieza rigurosa. 

Actualmente, en este espacio tan especial se cultivan rabanitos, coliflor, brócoli, cebolla, zanahoria, lechuga, acelgas, puerro, judías, tomate, habas y guisantes. ¡Toda una gama de productos naturales que forman parte de cualquier dieta exquisita y saludable! De entre las plantas aromáticas, destacan la hierbabuena, la hierba luisa, el tomillo, el curry y el romero. Además, en estos momentos se está valorando el espacio para la plantación de flores y plantas polinizadoras. 

Objetivo principal 

La misión primordial del ‘Huerto Hotel Alamillo’ es que las personas que se encuentran acogidas aprendan sobre el ciclo de vida de las plantas y el respeto por la naturaleza, poniendo en común el conocimiento de otras formas de trabajar la tierra, de otros cultivos menos conocidos y de una mirada que ponga en el centro la interculturalidad de la convivencia y de la riqueza de los diferentes países que confluyen en el centro.  También se fomenta el trabajo en equipo y el sentido de pertenencia, generando un espacio donde se fortalezcan los vínculos entre las personas que residen en el hotel, las trabajadoras y el voluntariado. 

El huerto es también una iniciativa que pretende generar una sensación familiar, de buena convivencia y buena sintonía hasta que se gestione la nueva plaza de cada persona. Proporciona una bienvenida y llegada basada en compartir, en recibir y en generar de forma común la integración de todas las personas a un espacio plural, abierto y comprometido con los derechos humanos. Se espera que, a largo plazo, el huerto se vuelva autosustentable, generando sus propias semillas, fertilizantes y promoviendo una economía circular en el centro. 

¿Qué significa este huerto para las personas involucradas? 

«Desde que comenzamos el proyecto del huerto en el centro, he podido ver cómo un simple espacio de cultivo se ha transformado en una verdadera herramienta educativa y de conexión para todos. Este proyecto nos permite no solo aprender sobre horticultura y sostenibilidad, sino que es un recordatorio constante del valor de la naturaleza y el poder del trabajo en equipo», declara Lamiae, trabajadora de CEAR y participante. 

Para ella, es inspirador ver el entusiasmo de quienes lo trabajan cuando ven crecer sus primeros cultivos o cuando participan en talleres de siembra y compostaje. Cada tarea no solo proporciona productos frescos, sino que también ofrece experiencias prácticas y valiosas lecciones de vida sobre el compromiso, la paciencia y la responsabilidad. 

«Estoy convencida de que este huerto seguirá siendo un espacio de aprendizaje y de comunidad, y me siento muy orgullosa de formar parte de un proyecto que tiene un impacto tan positivo 

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Este proyecto es posible gracias al apoyo del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones; los #FondosFAMI y #FondosEuropeos.

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