Un equipo olímpico para recordar que solicitar asilo es un derecho humano

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 tendrán una particularidad muy especial; este año por primera vez en la historia competirá un equipo formado únicamente por personas refugiadas. De esta manera el Comité Olímpico Internacional (COI) ha querido mandar un mensaje de apoyo a las 65 millones de personas alrededor del mundo que por diferentes motivos han tenido que huir de sus hogares.

El equipo está compuesto por 10 personas refugiadas procedentes de Sudan del Sur, Etiopía, República Democrática del Congo y Siria, que conforman el ‘Team Refugees’. Además del derecho de asilo, tienen algo más en común; su pasión por el deporte y la capacidad de sobreponerse a las adversidades. Estas son algunas de sus historias:

Yusra Mardini, nadadora siria de 18 años

Será la primera en debutar en estos Juegos Olímpicos bajo la bandera del refugio. Es una joven siria de 18 años que el pasado septiembre se echó al mar en una lancha neumática junto a su hermana y otras 20 personas para escapar de la guerra. Cuando quedaban solo unos kilómetros para alcanzar las costas griegas su lancha pinchó, Yusra no se lo pensó dos veces y saltó al agua junto a su hermana y otros dos jóvenes para remolcar la lancha hasta la isla de Lesbos salvando así la vida de sus tripulantes. Actualmente esta joven siria vive en Alemania y entrena con un club de Berlín. En Río participará en los 200 metros libres de natación.

Anjelina Nadai, atleta sudanesa de 21 años

Tuvo que huir de su casa en Sudán del Sur con tan solo seis años debido a los conflictos armados; desde entonces no ha vuelto a ver a su familia. Anjelina pasó toda su infancia en un campo de refugiados en Kenia, fue allí donde descubrió que era buena en atletismo al ganar una competición escolar; algo de lo que también se percataron unos entrenadores profesionales que la seleccionaron. Ahora tiene 21 años y entrena muy duro para lograr un buen resultado en los juegos. En Río correrá la prueba de los 1.500 metros.

Popole Misenga

Ahora tiene 24 años, pero solo tenía nueve cuando tuvo que escapar de su hogar en República Democrática del Congo debido a la violencia de los conflictos armados. Desde ese momento fue separado de su familia y trasladado a un centro para niños desplazados en la capital Kinshaha. Fue en el centro donde descubrió el judo. Popole reside actualmente en Brasil, donde obtuvo la condición de refugiado, allí entrena para preparase para los Juegos Olímpicos. En Río competirá en la categoría de peso medio de judo.

Desde CEAR apoyamos al equipo de refugiados en su camino olímpico y esperamos que su participación sirva para seguir poniendo el foco internacional en los millones de refugiados que se ven obligados a huir de unas duras condiciones de vida que ponen en peligro su integridad.

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