Anastasiia, activista LGTBIQ+: “Si vuelvo a Rusia me espera la cadena perpetua o la muerte”

Lleva toda su vida sufriendo discriminación por su orientación sexual en el país donde nació, Rusia. Ahora, en València, espera una resolución favorable a su solicitud de protección internacional, donde puede expresar con libertad: “Soy activista LGTBIQ+, feminista, abogada internacional y me opongo abiertamente a la guerra en Ucrania”.

 

Anastasiia nació en la ciudad de Maikop, en República de Adiguesia (Rusia). A una temprana edad, con 6 o 7 años se dio cuenta de que le gustaban las chicas, y desde entonces sufrió distintas formas de violencias y discriminación en el ámbito familiar y social por su forma ser, sentir y amar. “No me di cuenta de que en la sociedad rusa este tema es tabú y es bastante peligroso hablar de ello. En el colegio me pegaban en el vestuario, me empujaban, me escupían, se reían de mí y me humillaban tanto alumnos como profesores”, explica.

Después de terminar la escuela, dejó la República de Adiguesia para ir a vivir a San Petersburgo, cursar estudios superiores de derecho y huir de la violencia. “Pensaba que en San Petersburgo no encontraría homofobia, pero me equivocaba”. La primera vez que se enfrentó a la homofobia y la discriminación fue cuando se mudó a una residencia universitaria: “El director de la residencia vio mis documentos, habló conmigo, pero me puso deliberadamente en una habitación con chicos para humillarme”.

En 2019, esta activista empezó a apoyar a las personas LGTBIQ+ que se enfrentan a la homofobia y la discriminación, así que se unió como abogada voluntaria en la organización sin ánimo de lucro LGBT Group Coming Out. “Quería ayudar a la gente a defender sus derechos”. En 2021 el Ministerio de Justicia ruso incluyó a esta organización en el registro de asociaciones públicas no registradas que desempeñan funciones de “agente extranjero”.  

Desde entonces, Anastasiia ha sido perseguida con constantes amenazas contra su vida y su integridad por su labor en la defensa de los Derechos Humanos. “Desde 2017 vengo acudiendo a concentraciones contra Putin, contra la política rusa, contra las políticas homófobas”.  

En 2021 llegó a Valencia a realizar un curso de idiomas y el 24 de febrero de 2022 comenzó la invasión de Ucrania. Ella esperaba que la situación cambiara, la guerra cesara y todo volviera a ser como antes. Pero la situación no hizo más que empeorar: en 2022, el presidente Putin firmó una ley que prohíbe la promoción de relaciones o preferencias sexuales no tradicionales, la pedofilia y la reasignación de género. “Esta ley es discriminatoria y empeora una vez más mi situación como lesbiana. No puedo volver a Rusia, allí me espera la cadena perpetua o la muerte”. explica Anastasiia.   

Actualmente es solicitante de protección internacional y recibe apoyo jurídico de CEAR en València, donde participa activamente en acciones de sensibilización en la organización.  

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