Canarias en el mapa migratorio: un retrato de la situación actual

En 2019 se detectaron entrando de forma irregular en Europa a 139.000 personas, el número más bajo desde 2013. Solo hay tres rutas en Europa en las que aumentó el número de personas detectadas con respecto al año anterior y, de ellas, solo una en España: Canarias (2.700 llegadas). Junto al archipiélago canario, encontramos los Balcanes (14.000 personas) y las islas griegas (82.000 personas).

 

CEAR Canarias destaca que en 2019 se produjo un cambio de escenario migratorio en las islas. Un cambio que se dio especialmente a partir de septiembre: en los últimos cuatros meses del año llegó el 82% de las 2.236 personas que lo hicieron durante todo el año. También en este período aconteció el naufragio más importante en la ruta, cerca de Mauritania, en el que al menos 63 personas perdieron la vida.

Como las rutas migratorias no entienden de finales y principios de años, los primeros días de 2020 comenzaron como terminó el año anterior. En los primeros diez días llegaron nueve embarcaciones, fallecieron tres personas, dos de ellas bebés. En cuanto a los perfiles de personas que están llegando, desde el pasado año se ha incrementado el número de mujeres, niños, niñas y también familias que están migrando. Este cambio de perfil ha hecho que se reestructure también la acogida.

Sobre las nacionalidades de las personas que utilizan la ruta canaria las podemos fijar en su mayoría en África Occidental y Norte de África, destacando: Marruecos, Sahara Occidental, Malí, Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Guinea Conakry, Gambia y Nigeria. La presencia de mujeres procedentes de Costa de Marfil es significativa.

Los tipos de embarcaciones que llegan a Canarias son tres: pateras, zodiacs y cayucos. Las zodiacs son utilizadas mayoritariamente por jóvenes y adolescentes marroquíes y saharauis, habitualmente varones, que están entre 2 y 4 días en la travesía. Los puntos de salida suelen ser la costa del sur de Marruecos (Tan-Tan, Agadir, Tarfaya…) y las costas de Sahara Occidental (El Aaiún, Dakhla y Cabo Bojador, aunque también ha habido desde Cabo Bojador, Guerguerat o Bir Gandouz). Más extraño es que las embarcaciones salgan desde localizaciones más al sur, aunque también se han dado casos de embarcaciones que habían partido desde Mauritania, Senegal o Gambia. Las personas que van a bordo de estas embarcaciones suelen llegar en un estado de salud más complicado, después de 7 o 10 días en el mar.

Organizaciones sociales internacionales, entre ellas marroquíes, suelen avisar de las salidas especialmente cuando hay mujeres y niños a bordo e informan del punto de partida Salvamento Marítimo para que realice las labores de búsqueda y rescate. En este 2020, por ahora, el 60% de las embarcaciones han tocado tierra sin ser detectadas ni que se hubiese avisado de su presencia en el mar.

Cuando una patera es localizada en alta mar es trasladada a los puertos de referencia para su desembarco. Por protocolo, Cruz Roja da la primera asistencia y el Servicio de Urgencias Canario hace el triaje de salud. Si no son derivados a recursos sanitarios, si no son niños o si no manifiestan ser menores de edad van a la comisaría. Tras el tiempo establecido y pasar a disposición judicial los hombres pueden ser derivados a CIE y las mujeres a recursos específicos. Si los CIE están llenos, como se está dando en la actualidad, las personas migrantes pasan a recursos de Acogida Humanitaria de emergencia o integral.

En este contexto, CEAR Canarias procedió este lunes 13 de enero de 2020 a la apertura de un nuevo recurso, en este caso un dispositivo de acogida de Atención Humanitaria de 40 plazas, para personas migrantes extracomunitarias en situación administrativa irregular y en situación de vulnerabilidad.

 

Desde el año pasado se ha incrementado el número de mujeres, niños, niñas y también familias que tratan de llegar a Canarias. Clic para tuitear

 

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