Reasentamiento, la vía legal que salvaría miles de vidas

Más de 30 países, entre ellos España, forman parte del programa de reasentamiento. Supone el traslado de personas refugiadas desde terceros países que nos les pueden garantizar una debida protección internacional.

Samir llegó a España hace diez meses procedente de Líbano, país al que a su vez había huido desde Siria. Es uno de los refugiados que ha llegado a través de los compromisos de reasentamiento adoptados a nivel europeo en julio de 2015, y que suponía el traslado desde terceros países de 1.449 personas en un plazo recomendado por la Comisión Europea de dos años.

El reasentamiento es una de las vías legales ya existentes por las que una persona refugiada que ha tenido que huir a un tercer país vecino puede ser trasladada a un país donde se le garantice la protección internacional. Pero aún está lejos de ser un programa efectivo que salve miles de vidas. Las vidas de quienes sobreviven en condiciones infrahumanas y las de quienes prefieren arriesgarlas en rutas mortales como las del Mediterráneo antes de seguir esperando a que Europa o los países firmantes les acepten.

Para que el reasentamiento fuera efectivo, debería ser estable, permanente y duradero Clic para tuitear

“Es una obligación legal de los Estados previa a los compromisos acordados por la Comisión Europea, aunque tiene la trampa de que la aprobación de un cupo depende de la voluntad política. Para que este programa realmente fuera efectivo, debería ser estable, permanente y duradero”, destaca Paloma Favieres, coordinadora del Área Jurídica de CEAR.

España solo había recurrido a esta vía legal en la década de los 90, durante la guerra de Bosnia, hasta que en 2009 se incluyó en la nueva Ley de Asilo. Desde entonces el Consejo de Ministros aprueba una cuota voluntaria cada año. Al no ser obligatoria, nuestro país no efectuó el primer reasentamiento hasta dos años más tarde de la entrada en vigor de dicha ley.

Esta decisión cambió vidas como la de Samir, el cual antes de que estallara la guerra estudiaba Administración de Empresas en la Universidad de Damasco, hasta que se vio obligado a huir al Líbano, como más de un millón de sirios (hoy representan el 20 por ciento de la población de este país). Allí sobrevivió como pudo hasta que le informaron sobre el programa de reasentamiento y se inscribió en ACNUR. Meses después llegaría a España, donde en menos de un año ya ha podido rehacer parte de su vida gracias a la acogida que le ha facilitado CEAR: “Quiero quedarme. Aquí me siento a salvo y la gente es de mente abierta”.

Criterios de selección en base a la nacionalidad

Para optar a este programa es requisito imprescindible que hayan solicitado previamente protección internacional a un tercer país o a ACNUR. A día de hoy se prioriza el traslado de personas procedentes de países vecinos a zonas de conflicto del Norte de África, Oriente Medio y África del Este. Una vez que España comunica a ACNUR el número de refugiados que serán acogidos y los criterios de selección, la agencia de la ONU selecciona los perfiles de los potenciales candidatos. La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) se encarga de realizar los exámenes médicos y la logística de vuelos. Un equipo compuesto por funcionarios de los ministerios del Interior, de Empleo y Seguridad Social y la policía nacional se desplaza al país para realizar las entrevistas a los candidatos.

A diferencia de otros programas, los Estados pueden elegir la nacionalidad de las personas que quieren trasladar. Esto puede conllevar criterios de selección discriminatorios que no tienen en cuenta necesidades especiales y emergencia de cada persona.

(In)cumplimiento de los compromisos de la Unión Europea

El 20 de julio de 2015, los países europeos se comprometieron a reasentar a 22.504 personas en un plazo recomendado de dos años, que ya ha finalizado sin que, ni el conjunto de la Unión Europea ni España, hayan logrado cumplirlo. Entre los 28 solo han logrado trasladar a 16.627 personas (74 por ciento) principalmente desde Turquía y Líbano. Tan solo 635 de 1.449 (44 por ciento) en el caso de España, que tardó casi un año en comenzar con los reasentamientos desde su aprobación.

Millones de personas refugiadas acogidas sin garantías en terceros países Clic para tuitear

Unos compromisos de mínimos si tenemos en cuenta los millones de personas refugiadas que son acogidas sin garantías en terceros países, principalmente vecinos a zonas en conflicto. Además de en Líbano, actualmente se estima que hay en Turquía 2,9 millones de personas refugiadas, principalmente de origen sirio. Una situación que se ha visto agravada con el acuerdo entre UE-Turquía, que deja sin alternativas para acceder al procedimiento de asilo en un país seguro a miles de personas. Pakistán y Uganda también acogen a cerca de un millón de personas que llegan huyendo de Afganistán o Sudán del Sur.

 

La lista de países con mayor número de personas refugiadas es larga y solo Alemania aparece entre los 10 principales países de acogida a nivel mundial. Más del 84 por ciento está en países empobrecidos y cada vez más tratan de sobrevivir en campos de refugiados sobreocupados donde su supervivencia depende exclusivamente de la ayuda humanitaria: el de Dadaab (Kenia) acoge a más de 245 mil personas que principalmente han huido de la guerra de Somalia; el de Dollo Ado (Etiopía) más de 212 mil principalmente procedentes de Somalia, Eritrea y Sudán del Sur; o el de Zaatari (Jordania) más de 80.000 sirios esperan a que acabe una guerra que dura ya más de seis años.

Campo de refugiados de Zataari

Obstáculos mortales y externalización de fronteras

Ante el cierre de fronteras, las dificultades burocráticas al visado de tránsito y la imposibilidad de solicitar asilo en embajadas, la única vía no mortal que le están dejando a las personas refugiadas es el reasentamiento. Sin embargo, las políticas europeas siguen centradas en poner obstáculos mortales y en externalizar sus fronteras para dejarles atrapados en países donde se vulneran sus derechos que en salvar sus vidas.

 

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