
Irán: pena de muerte y terror frente a la libertad
La pena de muerte en el espacio público en Irán, con imágenes de un manifestante ahorcado en una grúa en plena calle, son un ‘aviso a navegantes’ para causar el terror en un país donde las violaciones de Derechos Humanos por parte del régimen se han convertido en una flagrante seña de identidad.
El asesinato de Mahsa Amini por “la policía de la moral” por llevar mal puesto el velo, según las normas político religiosas en Irán, llevó a un levantamiento popular en septiembre que el régimen ha reprimido violentamente. La ciudadanía de Irán, como la de cualquier otro lugar, tiene derecho a protestar pacíficamente, y ese derecho debe garantizarse en toda circunstancia.
Tras meses de miles de detenciones y centenares de muertos, el asesinato en la horca pública de Majidreza Rahnavard, la condena a muerte de 11 personas y diversos juicios pendientes y ya realizados sin ningún tipo de garantía, no hacen sino sembrar el terror entre la ciudadanía. Es la manera de reprimir las movilizaciones, aplastar las reivindicaciones antigubernamentales y castigar a las personas que han reclamado derechos y libertades.
Contra la pena de muerte
Instamos a la UE y a todos sus Estados miembros a aplicar con firmeza una ofensiva diplomática. Hay que frenar la violenta represión del régimen contra la ciudanía, liberar a las personas detenidas en las manifestaciones pacíficas y abrir un proceso de reconocimiento de derechos y libertades tal como está reclamando la sociedad iraní.
No queremos olvidar que, además de Irán, países como China, Egipto, Arabia Saudí, Siria, Somalia, Irak, Yemen, Estados Unidos, Sudán del Sur, Bangladesh, Bostwana, Japón, Bielorrusia, Emiratos Árabes Unidos, Corea del Norte, Omán y Yemen aplicaron de forma judicial la pena de muerte en 2021, según recoge el informe ‘Condenas a muerte y ejecuciones 2021‘ de Amnistía Internacional.
Por los Derechos Humanos
Como organizaciones que trabajan por los Derechos Humanos, nos oponemos de forma rotunda a la pena de muerte sin excepción. Expresamos nuestro más profundo dolor, indignación y condena ante su mantenimiento en un número tan amplio de países.
Urge poner los Derechos Humanos en el centro. El presente y el futuro de nuestras sociedades está en juego.
Organizaciones firmantes: Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP), Asociación Española de Investigación para la Paz (AIPAZ), Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE), Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), Consejo Federal Español del Movimiento Europeo Fundación Cultura de Paz, Fundipax, Instituto Universitario de la Paz y los Conflictos (IPAZ) y Movimiento por la Paz (MPDL).