16 imágenes de personas refugiadas para contagiar la solidaridad

Un incendio que destruyó cientos de tiendas de campaña que servían de hogar a miles de personas, embarcaciones llenas de gente llegando a las costas de Canarias, familias atrapadas en conflictos, desastres medioambientales o en países de tránsito donde no se respetan sus derechos. Saltos de vallas, travesías a nado o como polizones para cruzar fronteras cada vez más selladas. En definitiva, llegar a un lugar seguro a cualquier precio, aunque signifique pagarlo con la vida. Estas son algunas de las imágenes que nos dejaron las personas que buscaron refugio en tiempos de pandemia para desmontar los discursos de odio.

 

Llegada de pateras a Canarias

Dos pateras, escoltadas por una lancha neumática de la Guardia Civil, llegan al muelle de Arguineguín, que ese día albergaba a más de 2.000 personas llegadas en anteriores embarcaciones. © Quique Curbelo / EFE.

 

Ahmed recorre las ruinas de una vivienda junto al taller de coches de su padre en la ciudad siria de Kobane, que fue destruida en 2015 para expulsar al Estado Islámico. Cientos de personas murieron y más de 300 000, en su mayoría kurdas, se vieron forzadas a buscar refugio cruzando la frontera con Turquía, un país que tampoco brinda seguridad y reconoce los derechos del pueblo kurdo. © Pablo Tosco.

 

Una niña migrante, originaria de Honduras, en un centro de acogida en Ciudad Juárez (México). Muchas personas se han quedado atrapadas en la frontera en su intento de alcanzar Estados Unidos. Cada vez más personas que tienen que huir de la violencia en Centroamérica tratan de llegar a España en busca de refugio. © ACNUR / Jeoffrey Guillemard.

 

Refugio medioambiental

Miles de personas llegaron al campo de personas desplazadas de Dar Agg después de haber perdido todos sus animales y peregrinar por el desierto hasta encontrar este valle, que cuenta con una escasa fuente de agua. Las consecuencias de la sequía de 2016, que afectó a todo el Cuerno de África, persisten, son evidentes, son implacables. En Somalilandia y Somalia, casi 5 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y existen 2,6 millones de personas desplazadas internamente, de una población estimada en 14-15 millones. © Pablo Tosco.

 

Migrante Balcanes

Noursaid huyó de su ciudad natal con el miedo a cuestas: escapó de la guerra y la pobreza. Recorrió casi seis mil kilómetros desde Kabul (Afganistán) a Bihać (Bosnia Herzegovina) para no ser forzado por los talibanes a unirse a sus filas. Viajó a pie, en tren, en bus, en moto. Lo persiguieron. Atravesó montañas, bosques y desiertos. Pero ahora está atrapado por el frío. Este invierno intentó cruzar la frontera cuatro veces: un salto arriesgado al que llaman The Game. Es el penúltimo límite antes de entrar en la Europa de los países de primera: el espacio Schengen. © Pablo Tosco.

 

Migrantes Bosnia

Muchas personas refugiadas y migrantes se quedan atrapadas en terceros países ante el cierre de fronteras de la UE. La ruta de los Balcanes es una de las más utilizadas en los últimos años y en países como Bosnia Herzegovina esperan una oportunidad para cruzar la frontera. En la imagen, el campo de Lipa, en Bihać (Bosnia). © Ane Irazabal / Cosimo Caridi.

 

Lesbos

Miles de personas se vieron obligadas a abandonar el campo de refugiados de Moria y a dormir a la intemperie durante días tras el incendio que en septiembre de 2020 arrasó las tiendas de campaña donde vivían algunas personas desde hace años. Posteriormente fueron realojadas en un nuevo campamento. © Anna Surinyach.

 

Migrantes Canarias

Un grupo de migrantes subsaharianos espera en el muelle de Arguineguín (Gran Canaria) a ser trasladados a las instalaciones de Barranco Seco. A finales de 2020, el Gobierno español ideó el Plan Canarias por el cual se construyeron macrocampamentos donde alojar a las personas que llegaban a las islas, ante la negativa de trasladarlos a la península. © Quique Curbelo / EFE.

 

Migrante playa Tarajal

Un joven marroquí reza después de conseguir llegar nadando a la playa de El Tarajal bordeando el espigón que separa los bordes fronterizos entre España y Marruecos, jugándose la vida desde la vecina ciudad de Castillejos (Fnideq), a pesar del temporal que azotaba la zona. Estas llegadas precedieron a las que se pudieron ver a mediados de mayo, después de que las autoridades marroquíes permitieran la entrada de más de 8.000 personas a través de este punto fronterizo. © José Antonio Sempere.

 

Tres polizones sentados en la pala del timón de un buque mercante, fondeado en las proximidades de Las Palmas el pasado 6 de octubre de 2020. Cada vez más personas toman este tipo de medidas desesperadas ante la falta de vías legales y seguras para migrar. © Salvamento Marítimo.

 

Un joven migrante intenta saltar la valla del perímetro fronterizo, entre España y Marruecos, en Ceuta. Es el último en ser interceptado por la Guardia Civil, de un grupo de 60 que había intentado acercarse a la alambrada tras conseguir burlar a las fuerzas de seguridad marroquíes. Los agentes lo entregaron inmediatamente a la Gendarmería Real marroquí. Al menos 212 personas, como este joven, fueron devueltas ilegalmente en 2020. © José Antonio Sempere.

 

Niños migrantes Canarias

Un menor es desembarcado en el muelle de Arguineguín de un barco de Salvamento Marítimo que lo rescató al sur de Gran Canaria, junto a otras 29 personas. Unas 23.000 personas llegaron al archipiélago canario en 2020, entre ellas menores con sus familias y sin acompañar. © Borja Suárez.

 

Abdoul es de Senegal y desde hace años trabaja en Barcelona, donde forma parte del Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes. Desde el inicio de la pandemia este sindicato, que creó la marca Top Manta, confecciona mascarillas, batas y gorros quirúrgicos para distribuir entre los hospitales y las residencias. © Anna Surinyach.

 

Madres migrantes Canarias

Tres mujeres migrantes que llegaron en patera a Canarias relatan el sufrimiento que supone para ellas que les hayan separado de sus hijos nada más tocar tierra debido a los protocolos de la Fiscalía para prevenir el tráfico de niños. © EFE / Carlos de Saá.

 

En las afueras de Agadez (Níger) hasta 30 migrantes nigerinos se amontonan en un solo “pick up” para cruzar los más de 2000 kilómetros del desierto del Sáhara hasta Libia. Esta travesía suele durar unos tres días como mínimo; a menudo, los vehículos deben dar grandes rodeos para eludir los controles policiales o las numerosas bandas de delincuentes que asaltan a los migrantes en el desierto. © Pau Coll / RUIDO Photo.

 

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