Grecia y a la UE deben trasladar ya a solicitantes de asilo atrapados en las islas

En el Día de los Derechos Humanos, 20 organizaciones griegas e internacionales, entre las que se encuentra CEAR, han reclamado al gobierno griego y a la Unión Europea que garanticen este invierno una acogida digna a todos los solicitantes de asilo atrapados en las islas del Egeo, ya sea trasladándoles a un alojamiento adecuado en la parte continental o reubicándoles en otros países europeos.

A pesar de los recientes esfuerzos del gobierno griego para trasladar a los solicitantes de asilo de las islas a un alojamiento más adecuado en el continente, el pasado 3 de diciembre de 2018, más de 12.500 personas seguían viviendo en tiendas de campaña y contenedores inadecuados para el invierno, en cinco campos financiados por la UE conocidos como centros de recepción en Lesbos, Samos, Chios, Kos y Leros, que se encuentran casi al triple de su capacidad.

Además del grave hacinamiento, los solicitantes de asilo continúan enfrentando condiciones insalubres y antihigiénicas y violencia física, incluida la violencia de género. La falta de medidas de protección básicas deja a las mujeres y a las niñas, así como a las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT+), especialmente en una situación de vulnerabilidad ante el acoso sexual y las agresiones, por lo que temen usar las instalaciones de los campos, como baños y duchas.

La atención médica, el asesoramiento sobre traumas y la salud psicosocial o mental son insuficientes, al igual que el asesoramiento y el apoyo legal durante las diferentes etapas del procedimiento de asilo. La salud mental entre los solicitantes de asilo se ha deteriorado en medio de las duras condiciones de vida y la angustia emocional. La crisis humanitaria en los centros de recepción es el resultado de las políticas de Grecia, apoyadas por la UE, de contener a los solicitantes de asilo en las islas del mar Egeo, hasta que sean aprobadas sus solicitudes de asilo o hasta que se determine que pertenecen a una de las categorías de «vulnerabilidad» enumeradas en la legislación griega.

Los solicitantes de asilo «vulnerables» están exentos de los procedimientos fronterizos, y se les permite el trasladarse a tierra firme. Las autoridades griegas han acelerado periódicamente la transferencia de solicitantes de asilo «vulnerables» a la parte continental, pero a finales de noviembre, aproximadamente 2.200 personas identificadas como elegibles para la transferencia todavía están esperando porque las instalaciones de alojamiento en la Grecia continental se encuentran saturadas de en los últimos meses, en medio de una falta continua de un mecanismo de reparto de responsabilidades en toda la UE.

La política de contención fue diseñada y justificada como un medio para llevar a cabo el acuerdo UE-Turquía de marzo de 2016, que devolvería a Turquía a los solicitantes de asilo que llegaron a las islas griegas al cruzar el mar, para que su solicitud de asilo se tramitara allí. La política impone un sufrimiento injustificado e innecesario a los solicitantes de asilo, al tiempo que limita indebidamente su derecho a que su caso sea examinado por sus méritos, en oposición a su «admisibilidad».

Acelerar los retornos, una medida prevista en el acuerdo, no resolvería la crisis en las islas. Muchas de las personas atrapadas están protegidas contra el retorno y no pueden ser devueltas a Turquía, a terceros países ni a sus países de origen, según la legislación de la UE. Grecia y otros países de la UE deberían compartir la responsabilidad de proporcionar un nivel de vida adecuado para los solicitantes de asilo, garantizando su subsistencia y protegiendo su salud física y mental a través de un procedimiento de asilo justo y eficiente.

El compromiso reciente de trasladar a 6.000 solicitantes de asilo al continente para brindarles un nivel de vida adecuado es un primer paso, aunque no es uno que pueda garantizar la sostenibilidad a largo plazo. Grecia, con el apoyo de las instituciones y los países de la UE, debe poner fin a su política de contención inhumana y facilitar la transferencia de solicitantes de asilo desde las islas del mar Egeo. Se debe prestar atención especial a las necesidades de los niños, de las mujeres (víctimas de violencia, embarazadas y madres), personas LGBT+, entre otros grupos.

Los gobiernos europeos deberían estar listos para reubicar a los solicitantes de asilo de Grecia y garantizar su acceso a condiciones de vida adecuados, mientras se procesan sus solicitudes de asilo. El reciente acuerdo de Portugal para transferir 100 solicitantes de asilo, que potencialmente pueden ser hasta 1.000 en 2019, es un paso positivo que otros países de la UE deberían seguir.

Los gobiernos de la UE deben seguir el ejemplo del Parlamento Europeo para llegar a un acuerdo sobre un sistema de asilo que funcione y sea más justo, que respalde a los Estados miembro, a través de un mecanismo de distribución obligatorio, la protección de las personas en situación de vulnerabilidad y la reagrupación familiar. Las autoridades griegas y europeas deben mostrar un liderazgo genuino y humano al abordar las deplorables condiciones que afrontan las personas atrapadas en las islas griegas. Las mujeres, los hombres y los niños que buscan protección en Europa deben ser tratados de acuerdo con sus derechos y no deben ser obligados a pasar otro invierno en campos inseguros.

Organizaciones firmantes:

• Amnesty International
• ASB – Arbeiter Samariter Bund
• Campfire Innovation
• Caritas Hellas
• CEAR – Spanish Commission for Refugees
• Centre for Research on Women’s Issues – DIOTIMA
• Churches Commission for Migrants in Europe
• Greek Council for Refugees
• Greek Forum of Refugees
• Greek Helsinki Monitor
• HumanRights360
• Human Rights Watch
• Jesuit Refugee Service
• Legal Centre Lesvos
• Medecins Du Monde – Greece
• Oxfam
• PRAKSIS
• Refugee Support Aegean
• SolidarityNow
• Terre des hommes Hellas

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