Grecia tendrá que garantizar libertad de movimiento a solicitantes de asilo

El Consejo de Estado de Grecia ha anulado la restricción geográfica impuesta a los solicitantes de asilo que llegan a las islas y que les impedía moverse libremente por el resto del país. Sin embargo, esta decisión no tiene carácter retroactivo para quienes llegaron tras la entrada en vigor del acuerdo UE-Turquía.

Desde el momento en que se haga oficial este fallo, los nuevos solicitantes de asilo deberán tener garantizado el derecho a la libertad de movimiento por todo el territorio griego, tal y como reclamó la ONG Greek Council for Refugees, que tomó como referencia las múltiples sentencias de los tribunales españoles a favor de CEAR contra las restricciones que sufren los solicitantes de asilo en Ceuta y Melilla.

Aunque la decisión es positiva porque no se puede mantener en las islas centros de detención masivos en condiciones infames, se espera un aumento de tensión en las islas, ya que hay personas que están atrapadas en ellas desde hace dos años y que seguirán en esta situación, mientras que los recién llegados podrán trasladarse a la Grecia continental.

Al mismo tiempo supone un gran desafío para un sistema de asilo colapsado. Según las organizaciones internacionales, como ACNUR y OIM, actualmente no hay plazas disponibles de acogida ni en campos, ni en pisos, ni en hoteles de Atenas, donde se concentrarían la mayoría de procesos legales, aunque las solicitudes se tramiten en otros puntos del país.

A esta situación se suma este año un aumento considerable de las llegadas por mar, a las islas, y por tierra, a través de la frontera de Evros. Las organizaciones que trabajan en Grecia creen que no solo serían consecuencia de la escalada del conflicto de Siria en los últimos meses y la llegada del buen tiempo, sino también a que Turquía podría haber reducido los controles fronterizos. Además, los países europeos siguen incumpliendo sus compromisos de reubicación y el Gobierno griego da por cerrado este programa, lo que condena a cerca de 60.000 personas a permanecer en el país en pésimas condiciones o a recurrir a las mafias para volver a huir.

En este contexto, el refuerzo del sistema de acogida griego es más necesario que nunca. A día de hoy no hay previsión de apertura de nuevas plazas y la mayoría de personas a las que se les reconoce el derecho de asilo se quedan en la calle a los tres meses. Por este motivo, CEAR trabaja desde hace más de un año en Grecia, en colaboración con el Greek Council for Refugees, para facilitar la acogida de personas en situación de extrema vulnerabilidad.

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