CEAR reclama derecho de asilo para las víctimas de las maras

CEAR lanza la campaña ‘Guerra no encontrada’ para defender el derecho de las personas que huyen de las maras de Centroamérica. El año pasado, en Salvador, Honduras y Guatemala se contabilizaron 13.129 homicidios, esto supone 36 asesinatos a día, unas cifras similares a las que se produjeron en esos países en el período de guerra.

La entidad ha calificado hoy como “un grave error en el sistema de asilo” que España no reconozca el derecho de asilo a las víctimas de la violencia de las maras, procedentes de los países de Centroamérica. Según los datos recopilados por CEAR, el año pasado en El Salvador, Honduras y Guatemala se contabilizaron 13.129 homicidios, esto supone 36 asesinatos a día.

“Las personas que huyen de esta violencia lo hacen para poner a salvo sus vidas, al igual que otras lo hacen por otros conflictos y persecuciones, por lo que deberían aplicarse criterios similares a la hora de atender sus peticiones, reclamó Estrella Galán, secretaria general de la entidad.

Las peticiones de asilo en España procedentes de estos tres países aumentaron de 115, en 2014, a 2.145, el pasado año. Sin embargo, apenas hay resoluciones de asilo favorables: solo 25 en los últimos 4 años, y no exclusivamente por persecución por maras. De forma general las víctimas no pueden denunciar los delitos de las maras a la policía por temor a las represalias y porque no confían en las autoridades cuya protección es ineficaz. Así lo relata Milagros, una salvadoreña que ha solicitado asilo en España, tras tener que huir para evitar que su hija de 11 años se viera forzada a entrar en una pandilla. “No hay seguridad. No se puede denunciar. No se puede acudir a nadie. Se ha vuelto normal la violencia”, lamenta Milagros.

Los ritos de iniciación más habituales al ingresar en una pandilla son recibir palizas, cometer asesinatos, o sufrir violaciones colectivas en el caso de las mujeres, muchas de ellas adolescentes. Además, en los últimos años las maras han intensificado el reclutamiento de niños de 11 y 12 años.

“Ver, oír, callar”

Uno de los lemas más conocidos de las maras es “ver, oír y callar”. Las personas que se niegan a colaborar con las pandillas son sometidas a brutales represalias. “O nos vamos o nos matan”. Esa fue la conclusión del marido de Carla, hondureña de 37 años cuando supo que un hombre se había acercado a su hija a la salida del colegio. “Dile a tu padre que le mando saludos”, fue el recado para que no dejara de pagar el denominado ‘impuesto de guerra’, el pago de una cantidad periódica a cambio de una supuesta protección con el que las pandillas extorsionan a gran parte de la población.

El testimonio de Jonathan muestra hasta qué punto ‘el derecho de asilo cambia vidas’ no es una frase hecha. Tras ser denegada su solicitud de asilo en otros países de América y ser devuelto a El Salvador, vivió una de las experiencias más dolorosas que nadie pueda imaginar: ser testigo de una brutal agresión a su hija adolescente por parte de tres miembros de una pandilla, mientras a él le apuntaban con un arma en la cabeza.

Tras huir a España, la solicitud de asilo de Jonathan fue rechazada. CEAR defiende que estas situaciones de persecución de las maras e indefensión por parte de las autoridades deben tenerse en cuenta en el momento de resolver las solicitudes de asilo que presentan las personas procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.

MÁS INFORMACIÓN EN ‘MARAS, LA GUERRA NO ENCONTRADA’

 


* FOTO: Un vendedor de frutas fue asesinado en el Centro Histórico de San Salvador, El Salvador, el 15 de marzo de 2017. Una pugna entre vigilantes y pandilleros dejo como saldo seis muertos. © CEAR / Fred Ramos. El Faro.

Ayúdanos.

Con una aportación de 10€ nos ayudas a proporcionar el material escolar para niños y niñas refugiadas